Proyecto Mapa de Arquetipos - Collage expandido e instalación /work-in-progress/

Marco teórico orientador


Parte A/
Producción de imágenes y ser humano

La producción de imágenes acompaña al ser humano desde la remota antigüedad. Quizás sea esta praxis una emergencia necesaria frente al estado de conciencia del humano, para poder soportar el saber de su muerte ineludible y ayudarlo en su comprensión del entorno repleto de otros y de dimensiones naturales y cósmicas que lo excede y abraza.
Al producir, a través del tiempo, imágenes sobre las paredes y los pisos, sobre los objetos y diversos sustratos, fue transformando a ese entorno ajeno a él -al separarse vía la conciencia- en algo más cercano, fue creando entonces su mundo tangible y significante.

Productores de imágenes (y mundo)
Si bien las imágenes han cambiado su manifestación visible y formal, así como sus soportes y sustratos a través del tiempo, son sin embargo códigos fluidos de un lenguaje que se mantiene visible en el trasfondo, sobreviviendo más allá de los tiempos y culturas.
Ya Paul Klee dijo alguna vez aquello de que el arte (el producir imágenes, podríamos pensar) debe “hacer visible lo invisible”. Siempre que haya hombres y mujeres, habrá mundo. Siempre que haya mundo, habrá un misterio por resolver. Siempre que haya un misterio, habrá imágenes que nos permitan crear pequeñas y efímeras certezas.

Productores de imágenes (y arte)
El historiador de arte alemán Aby Warburg creía que el proceso artístico se producía en el solapamiento de una doble memoria: la individual y la colectiva, donde se crea un espacio para el pensamiento, una conciencia de la distancia necesaria para la construcción de las imágenes. No es ni la razón (que separa al humano del objeto) ni la magia (que lo une mediante la superstición) sino el juego entre estas dos dimensiones siempre presentes las que permiten la creación artística.
Podríamos pensar entonces en la labor del productor de imágenes como una praxis casi instintiva de búsqueda de certezas y de empatía con todos los demás humanos, en la que se juegan todas estas dimensiones al mismo tiempo: la historia individual y la herencia de la historia colectiva (y sus imágenes), la dimensión racional del pensamiento y la lógica irracional de lo inconsciente.


Parte B /
Producción de imágenes, tiempo y poder

No puede negarse que las imágenes han sido desde siempre utilizadas también como dispositivos de disciplinamiento; sin embargo, lo imaginario persiste, existiendo desde antes de cualquier tipo de utilización profana y transitoria. La dimensión de lo significante arquetípico tiene una fuerza autónoma suficiente como para sobrevivir a cualquier utilización disciplinar.
Es también factible que el “ethos” -el ecosistema socio-cultural de un tiempo histórico particular- pueda provocar que ciertas imágenes tengan mayor difusión, interpretación y re-circulación en función de lo que en ese tiempo se esté atravesando.

Imágenes operativas y policía visual
Profundizando en la relación entre imágenes y poder, es útil abrevar en el cineasta e investigador alemán Harun Farocki, que define a las “imágenes operativas” refiriéndose a aquellas que no están hechas para entretener ni para informar, que no buscan reproducir algo, sino que forman parte de una operación. Dijo Farocki,
“Las imágenes operativas transmitían la impresión de que la guerra {en el golfo pérsico} que se realizaba era limpia, y seguramente eran más impactantes que las contraimágenes de la guerra sucia, como las imágenes de un refugio en Bagdad con los cuerpos desperdigados de unos cientos de civiles. Mediante las tomas aéreas, que están pensadas sólo para los ojos de los técnicos de guerra, los espectadores televisivos debía identificarse con ellos y con la técnica bélica”
Y no sólo en la guerra, este tipo de imágenes es utilizado,
“los famosos venden los derechos exclusivos de cobertura mediática de sus bodas o del nacimiento de sus hijos. En estos casos se requiere una suerte de policía visual que evite que otro medio quiebre el monopolio. También las Guerras de Irak tenían una policía visual”

Consecuencias de las imágenes
La producción de imágenes está ligada a la consecuencia de lo que ellas podrían provocar y lo que lo efectivamente provocan. Harun Farocki dijo sobre ello,
“Nunca se sabe qué consecuencias van a tener las imágenes, a pesar de que cuando se las gesta, se esté intentando quizás producir una imagen heroica de los hechos. Uno puede producirlas con una intención que después en realidad en los hechos va a ser algo totalmente distinto. Durante el Holocausto, cuando alguien tomaba una imagen del ghetto de Varsovia, era para mostrar lo despreciables que eran los judíos que estaban allí. Pero al final esas imágenes tan terribles terminaron generando compasión.”
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Parte C/
Interrogantes y preguntas orientadoras,

·         ¿Hay imágenes que no respondan a arquetipos?
·         ¿Existen arquetipos que sean constitutivos y genéricos? ¿Padre, Madre, Mujer, Hombre, Animal? ¿Cuáles más?
·         ¿Hay arquetipos propios emergentes de cada época histórica? Si fuera así, ¿cuáles parecen emerger hoy? 
·         ¿Hay arquetipos propios de los lugares, de las geografías socio-históricas? ¿Cuáles parecen brotar de la cotidiana difusión de imágenes en nuestro país?
·         ¿Las circunstancias extra-artísticas (por fuera del campo del “Arte”) provocarían que ciertas imágenes sean más preponderantes (y habidas de ser circuladas) que otras?

·         ¿Las imágenes que no responden claramente a arquetipos reconocibles/consolidados son menos poderosas? (pensando en el poder de invocación y recordación de una imagen)


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