La bandera es el mensaje
Si la política es en buena medida la disputa por el signo, el 24 de Marzo es un espacio de profunda politicidad. Los 30.000, la Memoria, la Verdad y la Justicia, el Juicio y el Castigo, los Derechos Humanos se afirman, se conectan, se actualizan en nuevas demandas. El salario docente, la edad de punibilidad, la represión en los barrios, la potencia del feminismo amplían hoy el territorio de encuentro y acción.
No es otro 24 de Marzo. Se ha roto un consenso que parecía sólido, espeso. Lo han fisurado con la impunidad del sentido común, con bajeza, con chicanas, casi con torpeza. Nuestros signos están otra vez en disputa, y a la batalla que parecía ganada le recrudecen focos acá y allá.
En la pugna por el sentido, la marcha del 24 es siempre un momento decisivo. Y ahí la pancarta como dispositivo visual, imagen antonomástica de la manifestación, funciona sin ambigüedades. La tela soporta consignas e identidades, y en su contundencia disputa el sentido desde la afirmación sin peros. Somos tales, queremos esto.
PAPO (Argentina) y piñen (Chile) conjugamos fuerzas y deseos, nos encontramos, contrastamos historias y coyunturas trasandinas, compartimos estrategias de acción. Y salimos a la calle. Construimos un dispositivo vivo, mutante. Una bandera –tela negra, letras blancas, soportes- que en su despliegue total ofrece un texto impronunciable. Una pancarta plegable que abraza la ambigüedad, que rechaza decir quiénes somos, que refractariamente sugiere qué queremos. Un lienzo oscuro que en sus dobleces revela nuevos signos. Se lee un SENTIMIENTO presente, algo del orden de lo común. Se lee también un RESENTIMIENTO que activa lo pasado que vuelve. Un PRESENTIMIENTO que figura lo por venir. Se esboza en reversa, en el fondo de nuestros decires, la REPREsión que sobrevive a los ciclos políticos. En sus giros, sus acoples y apiñamientos, los cuerpos en marcha hacen hablar a la bandera.
El 24 de Marzo afirmamos nuestra inscripción en un sentimiento común –sensibilidades hermanadas- como territorio político. Apostamos a la potencia perceptiva de los cuerpos en movimiento, las ideas en sintonía y los corazones en llamas. Rescatamos la vilipendiada insistencia en no olvidar, en volver a sentir lo que duele, porque la afrenta también se renueva con barniz republicano. Ocupamos la calle con palabras y en un mismo movimiento planteamos la pregunta por su sentido y su materia. La pancarta plegable conserva un resto de su forma -así se lee por un momento como bandera- y al primer giro se zafa de todo reconocimiento automático. La bandera negra ya no es bandera sino dispositivo generativo, forma que habla. La bandera es el mensaje.
Video de la intervención durante marcha del 24 de Marzo, 2017
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"La Bandera Negra" en La Paternal Espacio Proyecto, Marzo 2017
Este viernes nos convocamos a pensar al documento como indicio y marca de un hábito. El pensarnos a través de nuestras imágenes y utensilios propios de viaje al momento de reconocer cual o qué parte deseamos tomar.
Junto al colectivo PIÑEN (Chile), nos situamos en el lugar del otrx infinito, de la lejana y cercana simulación de la bandera que llevamos: que se nos impone en nuestros territorios y supuestas identidades.
Marchamos el pasado 24 de Marzo desde una alteración, la que deja ciego y perplejo pero nunca inmóvil. Marchamos, aguardamos y recopilamos los registros de ese día. Decidimos abrir el debate y compartir lo que encontramos, que al no ser poco, requiere siempre de una puesta en común para volver a dibujar sobre lo ya trazado, así hasta que el papel pueda ceder en algún surco.
La bandera negra
Piñen/papo
este viernes 7 en La Paternal espacio proyecto
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2x1
Intervención performática con Bandera Negra durante la marcha convocada por organismos de derechos humanos desde el Obelisco a Plaza de Mayo, Buenos Aires.
El 10 de mayo del 2017 marchamos ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia que promulgó el 2x1 al represor Luis Muiña, reduciendo su condena y habilitando que otros procesados por terrorismo de Estado pidan dicho beneficio. Esto recrudeció las disputas que se dieron en el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia el 24 de marzo al superar el plano discursivo y suponer un retroceso en los juicios que se lograron después de muchos años de lucha.
Salimos entonces nuevamente con la bandera negra, nos encontramos con los miles que asistieron a la marcha y nos plantamos desde el mismo lugar, defender nuestros signos, los signos de siempre y no dar marcha atrás en las batallas ganadas. Llevamos nuestra bandera mutante para volver a subrayar que la bandera es el mensaje.
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